La expectación era tal en Toronto que las entradas más baratas de las que se pusieron a la venta se podían adquirir a partir de 816 dólares. La línea de tiro libre está trazada en paralelo con las líneas de fondo, a una distancia de 5,80 m de la línea interior, y a 4,60 m de la canasta. Es más, el precio medio de las localidades para asistir a aquel histórico partido fue de 5.000 dólares, prácticamente cuatro veces más de lo que se acostumbra en temporada regular.